lunes, 14 de abril de 2014

RESUMEN DE NOVELA ARGENTIAN "AMALIA"

La educacion es el mejor regalo que le podemos dar a las futuras genraciones



Amalia (novela)
Amalia es una novela del argentino José Mármol (1817-1871) cuya primera parte fue publicada en 1851, en forma de folletín, en el diario La Semana de Montevideo. Interrumpida la publicación por el pronunciamiento de Urquiza, que daba nuevo impulso a la lucha contra Rosas, apareció finalmente en forma de libro en Buenos Aires en 1855, con la adición de los ocho últimos capítulos. Cronológicamente es considerada la primera novela rioplatense.
La anécdota desarrollada por Mármol ha sido bastante transitada en literatura. Relata el amor entre un hombre y una mujer jóvenes, que se malogra por causas ajenas a su relación; en el caso, la situación de violencia política que termina en la muerte violenta de la pareja. El marco histórico es la ciudad de Buenos Aires en el llamado “año del terror” de 1840 (entre el 4 de mayo y el 5 de octubre). Los enfrentamientos entre federales y unitarios, los primeros partidarios de una organización federativa del Estado, populistas y americanistas, los segundos aristocratizantes, intelectuales y europeístas, sostenedores de un Estado centralizado, han producido largos años de guerras civiles. Ello desemboca en un enfrentamiento a muerte entre el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, hombre fuerte de la Confederación Argentina y encargado de sus relaciones exteriores, y sus enemigos interiores y exteriores: las fuerzas unitarias al mando de Juan Lavalle, el ilegítimo gobierno de la República Oriental del Uruguay, defendido por los exiliados argentinos, y la escuadra francesa de ultramar, interesada en la apertura del comercio y en una eventual ocupación y recolonización de territorios de la antigua América española. Los jóvenes de la Asociación de Mayo, un grupo de intelectuales que pretendía ponerse por encima de ambos partidos, terminaron por atraerse las sospechas y al fin la persecución de los federales en el gobierno.
La historia comienza por un fallido intento de huida clandestina a Montevideo de Eduardo Belgrano, un joven militar amigo de Daniel Bello, personaje que según muchos críticos es una representación del ideólogo de la Asociación de Mayo, el poeta Esteban Echeverría. Belgrano es herido malamente en la intentona, y Bello logra salvarle la vida y llevarlo a casa de su prima Amalia, una viuda tucumana de apenas veinte años que tiene una quinta en Barracas, en las afueras de Buenos Aires. Belgrano permanece allí escondido mientras se suceden muchas peripecias en la ciudad y sus alrededores, lo cual da oportunidad al autor para presentar el accionar de distintas figuras históricas como el gobernador Rosas, su hija Manuelita, su hermana Agustina Rosas, su cuñada Josefa Ezcurra, el representante inglés míster Mandeville, funcionarios, personeros y bufones del régimen de Rosas. Belgrano y Amalia deciden casarse para, una vez repuesto él de sus heridas, huir los dos a Montevideo. Sin embargo, esbirros de la Sociedad Popular Restauradora, la famosa Mazorca (fuerza de choque del gobierno rosista) irrumpen en la quinta y los matan a los dos.
El relato de Mármol (escrito, por otra parte, en el exilio de Montevideo) está fuertemente sesgado. Los malvados son solamente los federales, que no parecen tener ninguna razón sólida que esgrimir en defensa de sus posiciones políticas o de sus acciones concretas. Los federales de la masa parecen actuar más que nada por odio de clase, envidia y fuertes sentimientos de inferioridad ante las personas cultas y acomodadas, y son guiados por un caudillo y una clase política de inclinaciones francamente criminales y hasta sádicas. Esta cargazón de tintas le fue ya señalada a Mármol en su época, entre otros por Lucio V. Mansilla, que sin embargo era hijo de una de las figuras "rosistas" mejor tratadas en la novela, la bella y distinguida Agustina Rosas de Mansilla.
Por su argumento mismo, y por el estilo en que ha sido escrita la historia, Amalia puede ser considerada una de las más evidentes señales que ayudan a desentrañar el carácter exclusivista y antipopular de una parte significativa de la producción argentina de ficción y, por consiguiente, de la actitud vital y política de sus creadores. Esa misma característica identifica al cuento El matadero de Esteban Echeverría, al Facundo de Sarmiento y a una parte sustancial de la producción narrativa de los siglos XIX y XX, y sus ecos se encuentran hasta en "El Sur", el famoso relato de Jorge Luis Borges. Por contrario sensu, desde la acera política opuesta pueden encontrarse resonancias de esa actitud de menosprecio en textos como "Esa mujer" de Rodolfo Walsh o "El niño peronista" de Osvaldo Lamborghini.
Más allá de tan evidentes sesgos, la novela de Mármol, sin duda lo mejor de su obra, sigue siendo muy legible, a pesar de una minuciosidad descriptiva inevitable en una obra literaria de la época.
 

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